125 g de queso parmesano, romano o pecorino, cortado en dados
2 dientes de ajo
75 g de nueces o piñones
125 g de hojas de albahaca fresca
125 ml de aceite de oliva

Pase los dados de queso por la picadora hasta dejarlos bien desmenuzados; vierta luego el ajo, las nueces y la albahaca y píquelos también bien finos.

Con la picadora en marcha, vierta lentamente el aceite de modo que la mezcla vaya espesando al tiempo que se vuelve más homogénea.
Vierta unas cuantas cucharadas de pesto encima de la pasta cocida y escurrida y remueva para servir.